¡Bienvenidos Golosos!

María Antonieta tenía algo de razón: "Las penas con pan son menos", y endulzarnos el paladar con un rico postre siempre alegra nuestro día.

jueves, 24 de febrero de 2011

Utensilios: Los mejores aliados



Si quieres llamarte un verdadero apasionado por la cocina, especialmente de la repostería, sería un pecado que no tengas es un cajón las siguientes herramientas. Yo sé de primera mano la angustia que provoca no tener una taza medidora o una espátula de silicón ahora que recién me casé y empecé a hacerme de estos utensilios. A varios les consta como estuve rogando por que me regalaran un juego de utensilios de una conocida marca de batidoras.

Es por esto que antes de empezar la gula, verifica que cuentes con estos 10 indispensables:

1. Taza de medir: Preferentemente vidrio(así que cuiden no romperla), pues es muy versátil, se puede meter al micro, refri, etc. Además que por lo general ya vienen con la graduacion marcada en relieve, así que no hay riesgo de que a los cuantos meses ya se le haya borrado la graduación. Por cierto, también fijense que este graduada en ml (una de 500 ml es buena para no andar rellenando tanto) y en onzas, porque a veces encontramos recetas en sistema inglés y de plano no sabemos convertir.

2. Cucharas graduadas: Junto con la taza también son muy útiles, puesto que en repostería todo debe ser muy exacto, especialmente en panadería y pasteles, así que con ellas no hay confusión entre cucharadas y cucharaditas, rasas o copeteadas; y se tiene una medida estándar.
3. Batidor de globo: No hay nada peor que tener que batir crema, huevos o claras con un tenedor cuando no se tiene la batidora. Hay desde los mas básicos de plástico o alambre (mejor), y áquellos que incluyen otras esferas de alambre mas pequeñas dentro.


4. Batidora eléctrica: Para agilizar el proceso de batido. Puede ser de mano o pedestal, todo depende del presupuesto, pero revisen que sean de buena calidad (maté 2 batidoras consecutivamente al tratar de batir una mezcla de pastel demasiado espesa) y que cuenten con accesorios además de las aspas como el batidor de globo y el gancho o espirales para amasar.
5. Colador o Tamiz: Casi obligatorio es cernir la harina, así que elige uno con el que te acomodes mejor, ya sea de los sencillos plástico o metálico, o los mecánicos, pero que sea grande, para acabar más pronto.

6. Tazones: Se ocupan para varias cosas, mezclar, batir, macerar, derretir... Y también hay que tenerlos de todos los materiales, vidrio, plástico y metal. Los de cobre son muy recomendados para batir claras y crema. Si van a empezar, adquieran uno grande, mas vale que les sobre tazón a que tengan la mezcla repartida en los recipientes pequeños.

7. Espátulas de silicón: Una vez terminado la preparación no hay nada peor que quedarte con la mitad de la mezcla en el tazón. Para no meter la mano, nada mejor que estas espátulas mejor conocidas como "miserables" por no dejar nada.
8. Rodillo de amasar: Indispensable para galletas, pays, tartas, etc, etc. Elijan uno grande y pesado, pero que lo puedan maniobrar, para no hacer mas esfuerzo que el necesario. Pueden tener desde el mas humilde rodillo de madera, como el mas elegante rodillo de mármol (ambos pueden ser armas mortales con los maridos). Hay rodillos ajustables para asegurar un espesor homogeneo en la masa.

9. Refractarios de cristal o cerámica: Cada postre, tiene su encanto, y mucho de esto radica en la vista; por eso es importante contar con refractarios de vidrio para presentarlos, especialmente los postres con capas como los trifles o carlotas, el tiramisú o gelatinas. Pueden escoger entre fuentes grandes o envases individuales como las "flaneras". No hay que olvidar los "ramequines" ideales para souflés o crème brûlée.

10. Moldes y charolas para hornear: Desde el tipico molde redondo, la tradicional rosa o los de figuras infantiles, son importantísimos. Todo depende del uso que les vayas a dar: pastel, brownies (cuadrado o rectangular) , pays y tartas (de fondo desmontable) o para pastelillos. Las charolas también son importantes para galletas o biscuits para rollos. Recomiendo un molde redondo de 23-25 cms. de diamétro, es un buen tamaño, y de ahi pueden hacer tantas capas como quieran para darle mas altura. El color y material del molde son decisivos para hornear, los moldes oscuros (casi siempre son los de teflón) absorben mas el calor y por lo mismo, se ocupa menos tiempo para hornear, a diferencia de moldes metálicos o claros. También están los de silicón, impegables y resistentes al calor.

Una vez considerado estas recomendaciones, sólo hace falta una buena receta y el antojo por cocinar.

Bon apétit!!

miércoles, 23 de febrero de 2011

Cheesecake: El pastel que no es pastel

El primer pay de queso que me cautivó fue uno congelado que vendían en una conocida mega tienda- club; el New York Cheesecake. Durante algunos años se convirtió en mi obligado pastel de cumpleaños. En el momento en que me animé a hacerlos, estuve haciendo modificaciones para llegar al cheesecake perfecto.

Uno de los mas cercanos, y que realicé mas que nada para quitarme el antojo de una carísima rebanada que vendían en la famosísima franquicia de café de Seattle, es el Mango Cheesecake; que como siempre puede hacerse con la fruta de su preferencia y/o la de temporada.

Mango Cheesecake

Ingredientes:

2 bases para pay de 21 cms. (o si quieren hacerla con galletas molidas y mantequilla, pueden ser Marías o de coco para seguir con el tema tropical).
450 grs. de queso crema (aprox.2 1/3 de barra)

1/2 taza de azucar
4 huevos separados
3 cucharadas de harina de trigo
1 pizca de sal
2 cucharaditas de extracto de vainilla
1 taza de crema para batir o batida (no en aerosol) o crema espesa o acida (acidificada) fría
1 lata de mangos en almibar

Procedimiento


1. Hornea las bases por 10 minutos a 160ºC. Retirenlas del horno y dejenlas enfriar. Se pican los mangos en cubos, dejando 2 rebanadas enteras para decorar, de preferencia que sean las mas firmes.

Del mango en cubos, reservamos la mitad o aquellos mangos demasiado blandos para picarlos. Una vez frias las bases se ponen en los fondos el mango en cubos restante, bien distribuido.
2. Se acrema que queso hasta que este blando y se agrega la vainilla, azucar, sal y harina. Se mezcla todo bien.

3. Se incorporan las 4 yemas una a una hasta que se tenga una textura cremosa.

4. En caso de tener crema para batir o espesa, se bate en un cuenco métalico hasta que espese mas, como chantilly con cuidado de no batir de mas. Se incorpora a la mezcla de queso.

5. Tomamos una taza de esta mezcla y la licuamos con parte mango picado sobrante.

6. En otro cuenco se baten las claras a punto de turrón, es decir hasta que cuando se voltee el cuenco boca abajo las claras no se caigan el recipiente. Una taza se mezcla con la crema de mango, y el resto, con la natural; ambos de manera envolvente con una espátula.

7. Vaciamos primero la mezcla con mango distribuyendo entre las 2 bases, despues con la natural hasta llenar las bases.

8. Se licua el resto de mango picado con un poco de almibar para hacerlo pure. Se pone por cucharadas el pure sobre la superficie de los pays en diferentes puntos, y despues con un tenedor o cuchillo se "corta" la mezcla haciendo ondas para crear remolinos de pure.

9. Se hornean a baño maria durante una hora a 180ºC, cubriendo con papel aluminio y cuidando de que éste no toque la superficie del pay.

10. Se deja enfriar a temperatura ambiente, y luego se refrigera por 4 horas. Finalmente se decora rebanando los mangos y colocando las rebanadas en forma de rosa con hojas de menta o yerbabuena.


Tip. Se pueden omitir los pasos 5 y/o 8 y decorar con otras frutas como fresa, kiwi, duraznos, piña o moras.

This cake IS NOT A LIE!

Mis primeros recuerdos sobre repoestería se remontan a las épocas decembrinas en las que junto con mi mamá y hermana hacíamos galletas y las regalábamos a la familia y amigos, o cuando mi mamá nos horneaba nuestros pasteles de cumpleaños y nos dejaba lamer la espatúla o las aspas de la batidora con el riesgo de "empacharnos".

El gusto se mantuvo, y cuando tuve la edad y la habilidad suficiente para poder prender el horno sin hacer volar la casa, comencé a preparar pasteles por mi cuenta. Mas que nada los hacía para regalar a mis amigas en sus cumpleaños. Creo haber recibido el mismo número de felicitaciones que ellas.

En fin; desde ese momento decidí reproducir esos postres que hacía mi mamá, los que me gustaban de algún lugar en especial o los que veía por televisión o en recetarios.

Este blog tiene la intención de compartirles mis muy dulces resultados.

Saludos y buena suerte.